jueves, 16 de noviembre de 2006

Día...
Incansable destello enceguesedor
al tocar la verdad que cae de mi bolsillo
frente a tu puerta,
amoratada de tanto ser golpeada por mi cabeza
al buscar tus latidos fenecientes
y mis palabras rotas.

Noche...
Tropiezo seductor e incandescente
al mirar por la ventana
y sentir que no estás entre tu silueta.

Sombra iluminada por tus ásperas caricias
entumecidas sobre mi tenebrosa piel
húmeda de dolor.

Hoy...
Superstición que me lleva a destruir
el destino que me encierra
entre tornados de paz y huracanes de calma
dando vueltas hasta marearme y vomitar mis sentimientos
al vacío atardecer que oculta el sabor de la tempestad
a ojos serrados
entre golpes al silencio
y cortadas entre sombras.