lunes, 23 de noviembre de 2009

Visita Ajena

Hablar de cargas emocionales no siempre se entenderá de la forma en que el autor del sentimiento lo percibe. Realmente nunca sabremos qué es lo que nos invade, aún siendo quienes lo padecemos.

Hoy caí en el lugar de hace años, junto a la gente de toda la vida, y no encuentro ninguna explicación a esta sensación de "ajenidad" que me invade. Empecé con el mareo común de mis problemas mentales, seguí con el dolor de cabeza, luego el desespero y la sensación de encierro, y ahora termino con la depresión que termina por aplacar todos mis sentidos y los convierte en un cúmulo de nada que solo sabe pesar.

Supongo que es bueno andar lejos, no sé si con esto me vuelvo ingrato o algo por el estilo, pero creo que debo pensar más en mis reacciones y sus consecuencias psiquiatricas... Pero es lo que es.

Malas noches insomnes para quien se encuentre con este borrón.

domingo, 19 de abril de 2009

Tesis desde un Punto

No habría una historia descrita sin hay mundos en los que se den los pasos, pasos como rumbos definidos, como caminos enviados para salvar a las almas perdidas jajajaja.

No podría juzgar aquella necesidad de las personas, todas buscamos (no necesariamente como personas, pero bueno...) alguna especie de ejemplo, lo inculcado, lo bien sabido como bueno y deseado como el fin de los medios tomados, o mejor dicho, "los pasos como caminos enviados para salvar almas perdidas". La búsqueda de lo divino dentro del ser más despreciado por si mismo. No sé si sea bueno hablar de hipocresías, como dije, no puedo juzgarlos. Pero lo que sí puedo es dar por fin la idea en la que el ser divino no es más que el conjunto d estados en que el humano se sabe estable, tranquilo, el estado conocido como bienestar. La persona busca asemejarse a la actitud de quien dice haber encontrado el control sobre cada miedo, incluida la oscuridad o los "malos pasos". Se asemejan porque saben, desde que recuerdan, que lo bueno es bueno y que lo malo es malo. Observan, sienten, prueban y al final lo toman.

Pero la pregunta sigue sin respuesta. ¿Qué es realmente la divinidad en cada uno? Y al final de tanta duda y respuestas que unen a la imagen de hombre que no lo es, llego a la conclusión que el humano ha llegado a crear el conjunto de lo que ha sabido y sentido como "bueno". Aquel crea el conjunto y todo converge en un punto, pero como el hombre es más comercial que el punto, el hombre cree en el hombre. Sea la divinidad hecha a la imagen y semejanza de quien se sabe creador y creado.

No sé de soberbias hechas o dadas a quien razona por la sola razón, solo creo que cada idea puede ser o puede perderse completamente del presente.

Esta es la tesis de la noche... Juzguen la ida o la vuelta de la conclusión...

lunes, 30 de marzo de 2009

El deber de un final.

Debo acabar con el día a media noche. Debo de una vez y por todas, deshacerme de lo que quede de mis partes menos atrevidas a la luz, esas que de vez en cuando buscaban grietas y esculpían rostros desfigurados. De imitaciones y usurpaciones escritas a mano, de frases que buscaban ese sin-sentido para el fin de sus antiespacios.

No sé cuanto quede de mí. Supongo que gran parte de esta pérdida planeada sugiere cambios de planes, de rostro y de piel, de movimientos y la pérdida de la inmovilidad. Es una búsqueda constante de razones por las que el hombre entiende que lo es y que su razonamiento arriesga a arrojarlo fuera de la cama.

Las ideas fluyen y las formas pierden ese olor a lenguajes inalcanzables, olores que devienen en un vómito sobre el papel. Ya no más ciluetas, solo se buscan tactos a ojos cerrados, como confiando en las manos que se canzaron de gritar, y ahora ciegas, acarician un rostro que supo encajar entre mis dedos.

Terminan los gritos, las risas y los abrazos asfixiantes. Terminan las sangres y se inclinan los labios sobre un silencio que sabe a discurso del sin-género (literario por supuesto). Termina, pero un deseo existe sin desear, pero a la mirada plasma su verdad...

Buena Noche...

domingo, 29 de marzo de 2009

Un fin para un inicio

Ha pasado tanto tiempo, saber de Febreros que no terminaron en 29 porque una duda amenazó con quebrar mi lápiz, porque tuve miedo una vez más de ser parte del tiempo que me arrastra ahora. Ja! temerle al tiempo que siempre sabe escurrirse por las grietas, siempre sabe arrastrarme con él... 28,29... Maldita sea!!!! 30! 30! 30! Incansable, inalcanzable a veces y ahora incrustado en mi maldita piel. No encontrar y luego tropezar con él (él = no tengo la menor idea), verlo, saberlo dentro, atraparlo si se aleja, arrancarlo si se hunde, en algún lugar, sin importar más que saber que ya se tropezó y es inevitable el encuentro.

El horror o la calma de mi respiración, el paso por las calles siempre perdidas, o yo perdido en ellas, necesariamente perdido, escapando de las imágenes repetidas, de la monotonía del paso, de las mismas lecturas y las misma direcciones sin sentido alguno. "How to Disappear Completely" y el espacio siempre vacío. Es como buscar el aire más contaminado, pero en ausencia de quien lo contamina. Era de tarde, de noche, de mañana hace una semana, pero era el paso a la pérdida, a la emoción que escribe con lápiz y de vez en cuando grita con mis manos. Me usa, abusa, "me ultraja" de la forma más deliciosa que he podido experimentar, pero todo no es más que una eyaculación precoz, una verborrea que solo sabe decir que todo está mal, que la muerte es certera, que el llanto es lenguaje, que la vida es mierda y Cortázar preguntándose ¿por qué? Si todo va encaminado, si todo es parte de un orden, merece estallar.

Había una imagen, un escrito en rojo, una etiqueta que inició nada menos que nada, se acabó, se acobardó de ser lo que acompañaba. Vistas, miradas, alguien habla, observa, opina, levanta una mano, señala y todo a la nada de donde salió.

No sé si a este espacio habré de crearle un tiempo, a pesar de que lo requiera, no podría marcarlo con la banalidad más vacía como son las fechas, las horas, los mundos que se escriben y se deshacen porque saben leer.

Ya las estrofas van cortas, eso quiere decir que me voy acabando, que me voy secando a la hora del fin, el acercamiento al término. Supongo que no habrán más ideas, o es que no quiero mezclar las ideas, pues esto no es más que una mezcla de 19,20 y 21 antes de 22, antes de el asesinato.

Luego llegarán las ideas y sabré por fin que fue lo que no escribía hora. Lo peor es que me arrepentiré de saberme intimidado por esta pantalla y estas teclas que saben mentir a quien de lápiz se había alimentado. Puedo decir Buena Noche, o Buen Insomnio, sin saber si realmente voy crear un lecho para "< 22", pero bueno, no habrá más que decir: "Paf! se acabó.

viernes, 27 de febrero de 2009

Creo que tengo que buscrle otro consuelo a las ausencias. No es que ande soñando ser el último sobre la tierra, pero siempre me pasa que me encariño de quien se va perdiendo de mi camino. Vuelve a ser rarísimo (principalmente porque ahora mis crónicas han perdido sabor a enredado), pues la vida se funda en una especie de aprendizaje confuso. Al final nunca aprendo a lidiar contra su humanidad.

Me siento un tanto vacío de palabras. No es que me sienta un poeta capaz de plasmar sus más exquisitos versos a la nada, es solo que no me gusta esta forma en la que termino expresándome. Es como dar una especie de desfogue aburrido...

Bueno, se fue el tiempo y la privacidad también... Buena Tarde.

jueves, 19 de febrero de 2009

La verdad que se llegó a clavar en el costado. La más de las deliciosas realidades curvas, dentro y fuera de la piel. Al final (sin necesidad de uno) llegar a entender las más despiadadas formas del ser propio (pues ahora no existe ajeno).



Encontrar sin haber dejado de buscar, aunque alguna vez hablé de búsquedas con las piernas atadas y una mordaza muy bien puesta sobre las manos. Sentir que cada paso que se da no se quiebra ni se extiende sobre un basto bosque de palabras, de esas en las que bien hemos sabido crear incendios (saltos como incendios). Ya todo es el más real de los atardeceres, de esos que disfrutamos hermosamente, entre vientos y temblores, entre el mar y tus labios.



Todas las mareas agitadas y los mareos a la orden del día. Las angustias más despiadadas por las noches en que el sueño no nos vasta como superficie de contacto. Las propiedades marcadas pero temerosas de volverse monarquistas absurdas. Las miradas implacables, cuidadosas de no recibir las indebidas o de soportar más ojos torcidos. Los miedos esquizofrénicos, las penas absolutistas, los desesperos posesivos y poseídos, los dolores articulares y los párpados de mil toneladas a media tarde. Todo cuanto se escribe o se siente, todo ante quien decidí "vivir". Todos los "más" y "menos", todos al mismo tiempo, sabiendo que cada parte es sabida y que cada camino se camina con el mismo pie. Bailando o simplemente siguiendo el ritmo. Todo cuanto hayamos descubierto o con que hayamos tropezado. Todo lo que éramos y lo que somos (y lo que nunca dejamos de ser). Todo, eso es lo que he llegado a encontrar en tí.

Buena Noche, Buen Día... Cada instante a tu lado.

miércoles, 11 de febrero de 2009

...Buena Noche.... Antiespacio.

lunes, 9 de febrero de 2009

Las confusiones más mundanas y despiadadas se crean a partir de la conjetura más atroz que la mente puede esculpir...

jueves, 5 de febrero de 2009

Antiespacial

Sin saber que todas las máscaras son realidades alternadas, salteadas por el propio creador de las más grandes mentiras del ser. Si viera cada vacío, y en cada creación detenerse a dibujar sus espacios, encontraría una vez más al no-espacio como la más maravillosa réplica de la incongruencia existencial, o la más pavorosa misera en la que el no-ser se regocija de dolor y se estremece del placer que sus manos gritan.

Si hablamos de antirealidades, quizá no juegue a saberme perdido, sino a querer encontrarme en los más recónditos infiernos, sobre el castigo eterno o la vida más humana que la sangre.

Dejo los fines para darle paso al comienzo de la creación... Antiespacial según las leyes que rigen mis ojos.

jueves, 29 de enero de 2009

Descubrir entre los más impensados vacíos, una forma un tanto perdida, pero encontrada por cada parte de mí. Imaginar que nada importa y que la linea no dejará de ir en contra de los gritos que profieren mis manos. Desistir de buscar para poder encontrar se ha convertido en la mejor forma de zumbirles en los oídos. Lo raro es saber que en los momentos más impensados, cuando la saliva es amarga y el verbo se extiende hacia adentro, un golpe cae del costado —o sobre él— para clavarse finalmente sobre los ojos.

Desistir de buscar para encontrar... Quizá sea todo lo que debí hacer.

miércoles, 28 de enero de 2009

Me he dado cuenta (bueno, en realidad hace mucho) que he descuidado mucho lo que decía descubrir al mundo (o a los ojos más próximos). Y ahora hasta escribo con guantes verdes y apretados.

No dedico mucho a las formas más distorcionadas, pues aquellas han sabido ser mucho más que yo (comparando con la forma en la que me presento como prole) o hasta han logrado desecharme y hacerse tan independientes que ahora dicen y hacen sin lograr que las entienda siquiera. Esto suena a arrepentimiento, pero no lo es, es solo que de a pocos voy logrando cometidos dejados de lado por las circuntasncias que decidí tomar. Es todo parte del aprendizaje y de la suerte que uno escoge o simplemente encuentra.

Voy aprendiendo, a no flaquear ante los versos imponentes del verdugo, a no sentir el peso de la prosa más desgarradora, esa que logra describir el presente de una manera exajeradamente real, a no sentir las voces exitadas por el roce del aire cuando palabras logran brotar de ellas.

Sigo y sin detenerme, a encontrar en este espacio la real froma de mis formas... Buena Noche

viernes, 16 de enero de 2009

Confesión... de camino al sueño.

El inicio se marca de manera sorpresiva. "How to Disappear Completely" mezclado con el viento, el recuerdo y la pantalla que dejó de ser parte de mis delirios, "mi verborrea patética", mi insaciable gusto por las palabras que nunca ceden a la lectura y vuelan hacia los adentros de quien no es ni se deja ser.

Se marcan las pasiones sobre las sábanas, fecunda el delirio al abismo en que se encuentra la vida, lo fecunda y paren los espacios místicos del ser... Decae una vez más la razón y cae sin miedo, sin saber —y sin querer saber— qué habrá cuando el atardecer acceda al sueño y los sueños jueguen a soñar tras mis párpados.

El despertar, incesante en interminable, porque vuelve a ser el inicio tras las cortinas, entre las sábanas, bajo la piel y en el extremo del sentido epidérmico. El grito explota y la muerte me lleva al infinito sobre la piel...

"How To Disappear Completely" y yo vuelvo al sueño entre vicios hechos al deseo.

sábado, 3 de enero de 2009

Memoria Inconcebida

Si en algún momento las historias pudieran volver a ser más que una mano erguida apuntando hacia el pasado. Al final supongo que cada linea que cae sobre el papel no es una realidad, sino una forma deseada o añorada por quien espera de espaldas a su propio paso.

Una vez cayeron bajo la cama un sinnúmero de hilos que me ataban a la siembra del pasado y luego cada atadura escribía su vida frente a mi piel, o, a veces, sobre ella. Así que se decide escapar o lidiar, huir o enfrentar, dicotomía o antagonismo (no sé pero me gusta como suena...), pues se deja perder o se cortan hasta que el viento se los lleve en pedazos.

"Aquella iba bañada en sangre, una gota disuelta en toda la noche. Miraba atrás, reía, lloraba, gritaba y luego caía nuevamente sobre su muerte verbal. No había más que dibujar con el humo las palabras, aunque la muerte nunca dejaba de ser estruendo y la noche de ser muerte. Caía nuevamente y volvía a respirar hasta levantarse y perderse frente a los pasos que nunca dejaron de ver u oír".

Ven? Ese es el sueño, la historia, el historiador y la fantasía que nunca deja de recordar, aunque quien recuerda no existe o quizá ni siquiera sepa del pasado que describe. Al rededor no se muestran, o si lo hacen no son más que sinrazón forzada a la cordura hecha de palabras, para no caer en el silencio, en el pánico, o en la ficción.

Nadie existió, ni vio, ni dijo, ni escuchó... Solo fue el sueño.