viernes, 27 de febrero de 2009

Creo que tengo que buscrle otro consuelo a las ausencias. No es que ande soñando ser el último sobre la tierra, pero siempre me pasa que me encariño de quien se va perdiendo de mi camino. Vuelve a ser rarísimo (principalmente porque ahora mis crónicas han perdido sabor a enredado), pues la vida se funda en una especie de aprendizaje confuso. Al final nunca aprendo a lidiar contra su humanidad.

Me siento un tanto vacío de palabras. No es que me sienta un poeta capaz de plasmar sus más exquisitos versos a la nada, es solo que no me gusta esta forma en la que termino expresándome. Es como dar una especie de desfogue aburrido...

Bueno, se fue el tiempo y la privacidad también... Buena Tarde.

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