martes, 6 de marzo de 2007

Sesión en Decadencia al Lado de la Humanidad... (Prosas Muertas)...

He visto la razón por la que claman las barbaridades en mi sangre. Hoy se encierra el vacío entre puertas de madera, entre incienso humeante que se escurre de mi rostro. Hay ahora una zanja al lado de balcón, me llama al atardecer, me habla de metáforas ruines y mal proferidas por una voz en lo alto de una noche adoquinada de nubes secas; afanada en verse al espejo sin romperlo, ataviada de placeres lúgubres y dientes amarillos como el atardecer al que me invita.

El inicio que se esconde de su fin en la hoguera de los perdones, de pié, de rodillas, arrastrándome hasta no sentir más humanidad colgarse de mis cabellos, asesinar mis metáforas que brotan en la mañana cuando el sol se retuerce tras mi cortina y se desploma bajo mi ventana por que ya no ilumina más noches suicidas.

Ahora me ato al recuerdo de un paso redundante, el tropiezo en mi espalda zanjada y pálida. Ahora me ata el frío del día, me ata a su humanidad inconsciente... —La retórica del silencio eterno— dije, —las manos que buscan la razón en mi vacío— grité. Pero ya nadie escucha llantos ilusos, muerte desafinada que se riega en sus zapatos y luego vomitan el entendimiento falso. Un temblor insano dentro de mi vientre, una cicatriz que marca el camino desde mi piel hasta el sueño torpe que se tropieza con mi indecisión. El terror al orden de la hipocresía divina, el acto que sucumbe ante su mentira despiadada y pusilánime que corta las sombras y condena al vacío a vivir eternamente. El vacío infinito se pierde de mis ojos versados, me encierra en estrellas serpenteantes en la nada y luego lo corrompe el olvido hasta su vacío infinito.

Hoy es noche clareada por las palabras y las risas en el viento que se oculta en mis oídos. Para qué soy en la noche, para qué siento en la mañana, para que me invitas al atardecer humeante y amarillo. El crepúsculo feneciente que se traga la luna tras las nubes adoquinadas.... y la noche afuera...

No hay comentarios.: